La parisina

Albertine Diesbach viaja a América en un trasatlántico. El año es 1922. El motivo está relacionado a cierta melancolía intrínseca en el carácter del personaje y, principalmente, a su "sed de aventuras" (Albertine es una francesa cosmopolita y letrada, pero de un espíritu libre y curioso). En el barco conoce a un argentino (Enrique Aparicio Muniagurria) que le recuerda (con esas rememoraciones tan "caras" a Proust), de manera llamativa, a un hombre de su pasado (el conde germano Claus von Richthofen. La travesía que conduce a los personajes a América es un ingreso al pasado de ambos y el preludio de un enamoramiento que sufrirá, dos años mas tarde, una interrupción abrupta y dramática En el intervalo se asiste a la historia amatoria de la pareja y al desarrollo de los acontecimientos en un medio letrado y conocido (Macedonio Fernández, Borges, Santiago Davobe, Marechal, Scalabrini Ortiz y Gardel, son algunos de los personajes secundarios).